Cómo limpiar la nevera

Aunque no lo veamos, las neveras pueden estar muy contaminadas debido a las bacterias que están presentes en los alimentos crudos. Las más comunes son la listeria, la pseudomona aeruginosa o las enterobacterias, habituales en un 5% de las neveras.

Además, podemos tener presencia de hongos en cajones y gomas con lo que es muy importante mantener la nevera siempre limpia y desinfectada (limpiarla al menos cada 3 meses) para reducir la presencia de estas bacterias y evitar que estas pasen a los alimentos, y de ellos a nuestro organismo. Además, este hábito reducirá la presencia de malos olores.

8 pasos para limpiar la nevera

  1. Desconecta la nevera de la corriente. Deberemos limpiar con las puertas abiertas, ya que si lo hacemos con la nevera conectada a la corriente puede suponer un exceso de consumo de energía de forma innecesaria.
  2. Retira los alimentos. Realiza la limpieza y desinfección cuando tengas pocos alimentos en la nevera. Vacía el contenido de la nevera para así poder trabajar mejor sobre toda la superficie del interior sin contacto con los alimentos.
  3. Desmonta las baldas. Retira todos los elementos que sean desmontables del interior de la nevera para poder acceder mejor a cada rincón.
  4. Utiliza Sanytol Spray Multiusos aplicándolo directamente sobre las paredes de la nevera. Es importante que llegues a cada esquina de la nevera, aplicándolo también en la puerta y las gomas. Repártelo con un trapo limpio y húmedo, déjalo actuar 15minutos y después acláralo. Este producto desinfecta sin cloro, así que es perfecto para superficies que van a estar en contacto con alimentos.
  1. Aplica también el Spray de Sanytol en las baldas repitiendo el mismo proceso. Asegúrate de que no quedan restos de producto aclarándolo con un paño limpio y húmedo o con agua corriente bajo el grifo
  2. Lava las juntas de las puertas. No olvides realizar una correcta limpieza de las juntas de la puerta de la nevera, ya que allí es donde se acumula más suciedad y también pueden formarse hongos con la humedad. Límpialo a fondo ayudándote si hace falta de un cepillo de dientes para acceder a los rincones más difíciles.
  3. Limpia el exterior. Nuestra nevera no debe estar limpia solo por dentro, sino también por fuera. Desinfecta también el asa o la zona por donde se abre. Es muy importante que limpies bien la parte trasera del frigorífico, ya que un exceso de suciedad en esta parte puede dañar el aparato y deteriorar su funcionamiento.
  4. Colocar las baldas. Una vez hayas desinfectado tu nevera por completo, ya puedes volver a colocar las baldas y a ubicar de nuevo los alimentos.


Con estos sencillos pasos sabrás cómo limpiar tu nevera y la podrás mantener limpia y desinfectada, protegiendo así tus alimentos de los microorganismos que pueden aparecer en ella a través de los alimentos.